Este articulo publicado por GUSTAVO MENDOZA EN MILENIO DE MONTERREY EN EL AÑO 2008, EN MONTERREY NUEVO LEON, VEA LA PARTICIPACION DE LOS PERIODISTAS EN LA BATALLA DE MONTERREY DE 1846,
Pablo Ramos
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Hallazgo
de restos humanos
Ecos
de la Batalla de Tenerías
Restos
óseos de soldados encontrados en zonas de construcción reviven
historia olvidada de Nuevo León.
Vie,
11/07/2008 - 19:17
Asalto
al Forín de las Tenerias
El
día amaneció gris, con una ligera lluvia que no había cesado desde
la tarde de ayer. De todos lados se escuchan disparos, dicen que en
cualquier momento nos van a atacar. La lluvia no nos dejó terminar a
tiempo el fortín, somos muy pocos hombres y se dice que de su bando
vienen muchos.
La
batalla ocurrida el 21 de septiembre de 1846 entre norteamericanos y
mexicanos ha sido uno de los pasajes olvidados por los historiadores
locales. Son pocos quienes, en un intento por devolver la dignidad y
el honor a los mil 500 civiles regiomontanos que fueron enlistados en
el ejército mexicano para combatir la avanzada norteamericana.
El
punto inicial de la confrontación se dio entre las actuales calles
de Héroes del 47 –un error, dado que la batalla fue en 1846- y
Washington, periodo que se conoce como El asalto al Fortín de las
Tenerías.
Aunque
siempre se había mencionado que la batalla inicial se había dado en
este punto, no se había podido obtener evidencia física que
corroborara las reseñas escritas por soldados norteamericanos y
mexicanos que participaron en la batalla.
Algunos
descubrimientos aislados parecían dar ciertas pistas sobre la
veracidad bélica ocurrida en ese sitio.
Fue
en 1996 cuando se dio el primer descubrimiento: las osamentas de dos
soldados, presumiblemente norteamericanos, los cuales se pudieron
identificar por dos monedas de plata que se encontraron junto a los
restos.
Después
vendría otro hallazgo, ocurrido en el 2006 cuando también se exhumó
la osamenta de un soldado en la esquina de Julián Villarreal y
Washington, una cuadra al poniente de Héroes del 47.
Pero
fue cuestión de días, exactamente el pasado 24 de abril, cuando una
máquina excavadora dejó al descubierto los restos óseos de, al
parecer, dos cuerpos, los cuales aún conservaban restos de madera y
algunos clavos. Además, en el sitio se encontró restos de una
estructura de sillar que bien podría pertenecer al muro del Fortín
de las Tenerías.
“Estos
descubrimientos nos vienen a corroborar la hipótesis que habíamos
manejado, de que este era el sitio de la batalla… igual y nos
pudimos haber equivocado, pero estos hallazgos confirman que aquí se
realizó esta batalla”, relató el historiador Pablo Ramos Benítez,
historiador de la batalla de Monterrey en 1846.
Los
sueños son muchos, las esperanzas, mayores. A decir del otro
historiador, Ahmed Valtier, la zona donde se realizaron los
descubrimientos es considerada como “terrenos sagrados”, por la
cantidad de vidas que ahí perecieron, defendiendo diferentes
ideales.
Aunque
por el momento sólo se han encontrado restos óseos, las
posibilidades se vuelven infinitas.
“Pensamos
que se pueden encontrar todos los restos de batalla: municiones,
balas de cañón, mucho material valioso. Esta es una ventana a la
historia”, señaló Valtier.
Por
el momento, la zona donde se exhumaron los cuerpos volvió a ser
cubierta por amplias capas de tierra, pues por el momento no hay un
proyecto específico de rescate arqueológico para esta zona.
Hasta
el momento, solamente el centro INAH Nuevo León ha mostrado interés
de investigar el predio. Hace unas semanas, pidieron el apoyo de
especialistas de la Universidad de Palo Alto, en Texas, quienes
ofrecerían un georradar para estudiar a profundidad el terreno.
Acerca
de esta batalla, el maestro Pablo Ramos Benítez ofreció a los
lectores de MILENIO
Diario de Monterrey
la primera acta de defunción que involucre a un civil regiomontano
caído en la batalla de 1846 que se tenga registro.
Aquellos
tres combatientes asesinados fueron: Nicolás Campos e Hilario
Hernández, ambos caídos en batalla el 21 de septiembre; mientras
que Jesús González falleció el 23 de septiembre de 1846, según
constan los documentos.
“Son
las primeras tres actas de defunción que he conseguido de aquellos
regiomontanos que cayeron en la batalla con los norteamericanos.
Tengo el registro de 63 civiles que defendieron la ciudad”, expresó
Pablo Ramos Benítez.
Hasta
el momento, los mil 1500 civiles regiomontanos que defendieron a la
ciudad, aquella mañana nublada del 21 de septiembre de 1846, siguen
esperando su reconocimiento que los inmortalice como lo que son: unos
patriotas.
Marco
histórico
Donde
la sangre fluyó en torrentes y el campo de batalla quedó invadido
de muerte
Santa
Anna.
El
11 de Mayo de 1846, el Congreso estadounidense pasó un documento,
declarando que “Por el acta de la República de México, existía
un estado de guerra entre este gobierno y los Estados Unidos”.
Con
un presupuesto de 10 millones de dólares y la autorización para
aceptar 50 mil voluntarios, comenzó la guerra Mexicana.
Dirigidos
por Zachary Taylor, 2,300 tropas norteamericanas atravesaron el Río
Bravo, tras una serie de dificultades para obtener transporte. Luego
de ocupar la ciudad de Matamoros y Camargo, el general Taylor se
desplazó al sur y situó la ciudad de Monterrey.
La
ardua batalla de Monterrey, culminó en cuantiosas pérdidas humanas
para ambos bandos. La artillería ligera estadounidense resultó
ineficiente para derribar las fortificaciones de piedra de la ciudad.
Las
fuerzas mexicanas, bajo el comando del general Pedro de Ampudia, que
comenzó su carrera en el ejército español, se vio acorralado tanto
por la división estadounidense de infantería como por la ocupación
de 6 compañías de los Texas Rangers (quienes se apoderaron de 4
colinas al oeste).
Ampudia,
quien tras desobedecer la orden de Santa Anna de abandonar Monterrey
y refugiarse en Saltillo, fue degradado a dirigir un pequeño
batallón de artillería. El 22 de Febrero de 1847, Santa Anna,
marchó rumbo al norte con 20,000 hombres para combatir a Taylor.
Tras
una larga jornada de enfrentamientos, finalmente Taylor vence a Santa
Anna, quien se retira y deja en completo control del general
estadounidense, el norte de México.
Se
estima que un total de 78,718 soldados murieron durante la Guerra
Mexicana (1846-1848), por el lado americano perecieron 120 personas,
otras 367 fueron heridas y 43 más desaparecieron, mientras que por
el lado mexicano se registraon 367 muertos.
La
popularidad de Ampudia a pesar de su polémica retirada de Monterrey,
permanece ya que se le conoce como “el único hombre capaz de
derrotar a Taylor”.
En
1868, muere posiblemente a causa de complicaciones por las heridas de
los tiempos de guerra, su cuerpo fue enterrado en el panteón de San
Fernando.
ESTE SEPTIEMBRE DEL 2013, VISITEN MONTERREY TIERRA DE HISTORIA Y TRADICION.
Y ADEMAS SE EXIBIRA LA MAQUETA DE L FORTIN DE LAS TENERIAS DE LA BATALLA DE MONTERREY DE 1846. DEL ARQUITECTO ARNULFO CADENA.