Sebastián Holzinger, marino que tuvo una destacada actuación, a bordo de las unidades de la Armada Nacional, en diversas acciones contra los buques de Yucatán y Texas, culminaría su brillante comportamiento en la heroica defensa de la plaza de Veracruz durante la invasión estadounidense en el año de 1847.Poco se sabe sobre los primeros años de la vida de Sebastián Holzinger. Se tiene referencias que nació en Alemania en el año de 1821. Radico en la ciudad de Veracruz, en donde elevó solicitud a la Secretaría de Guerra y Marina para servir en la Armada. Causo alta el 10 de febrero de 1842 en el Departamento de Marina, como “Segundo Teniente habilitado” y destinado, con la misma fecha, al vapor de guerra Regenerador, al mes siguiente transborda a la goleta Aguila.Las circunstancias que ocurrieron para que se le extendiera su nombramiento, obedecieron a su preparación en conocimientos y prácticas marítimas, así como el dominio de los idiomas francés, inglés, español, además de su lengua natal. Sustraído Yucatán a la obediencia del gobierno, adquirió en 1842, un buque de guerra nombrado el Yucateco, bergantín armado de quince cañones y setenta hombres de tripulación. El capitán de fragata Tomás Marín, comandante del Departamento de Marina, en Veracruz, concibió un plan audaz para apoderarse del barco el Yucateco, proyecto, que puesto a la consideración del Secretario de Guerra y Marina, fue aprobado. Con arreglo a las instrucciones que recibió del gobierno, zarpó de Veracruz el 22 de junio, en el pailebote nacional Margarita, llevando a bordo al teniente Sebastián Holzinger y otros cuatro oficiales de guerra, vientos contrarios le impidieron ponerse a barlovento de La Ceiba hasta el 5 de julio, manteniéndose en espera de la ocasión para apoderarse de una canoa, para dar con ella el abordaje a los buques armados que se hallaban en Campeche.El 7 de julio descubren el bergantín Yucateco, fondeado al amparo de las baterías de la fortaleza. Se aproximó el Margarita, y se parejó a la banda del bergantín, súbitamente sus cuarenta hombres se lanzaron al abordaje, cuyo final se definió a favor de Don Tomás Marín y su tripulación. El Yucateco, que recibió después el nombre de Mexicano arribó a Veracruz el 11 de julio al mando de Tomás Marín, conduciendo los prisioneros que tripulaban el buque. Por el mérito particular de la acción, el Ministerio de Guerra y Marina asciende a “Capitán de Navío” a Tomás Marín, y a Sebastián Holzinger se le otorga el grado de “Segundo Teniente” efectivo, como mérito y recompensa por la captura del bergantín Yucateco.Sebastián Holzinger participó en todos los encuentros que tuvo la escuadra contra las embarcaciones de Yucatán, y combate en las portaleras de tierra de Campeche, protegiendo los desembarcos de la tropa del gobierno. El 30 de abril de 1843 y 16 de mayo siguiente, Holzinger tomó parte, con la escuadrilla que mandaba Tomás Marín que bloqueaba Yucatán, con las goletas Guadalupe, Regenerador y Moctezuma, en el encuentro contra la escuadra Texana-Yucateca, compuesta por el bergantín Houston y la goleta Colorado, más nueve buques auxiliares de Yucatán, después de un violento y prolongado cañoneo el bergantín y goleta Texanos fueron dañados, emprendiendo la retirada para después irse a pique.Por esta acción les concedió el gobierno una Cruz de Honor; y el 21 de febrero de 1844 se le otorga el grado de “Primer Teniente”. El tiempo sigue su marcha y llega el año de 1847, el comodoro Conner, de la Armada de lo Estados Unidos, había fracasado al tratar de apoderarse de Alvarado y posteriormente de San Juan Bautista, resolviendo entonces reunir las tropas de desembarco al mando de Winfield Scott, y previo reconocimiento de la costa movilizó los buques de Antón Lizardo a Sacrificios.El día 9 de marzo, a las dos y media de la tarde, fondeó Conner sus buques y comenzó el desembarco en botes, entre Collado y Mocambo, protegidas por tres vapores y cinco goletas. La caballería de la guardia nacional no pudo impedirlo, por no disponer de fuerzas necesarias. Los efectivos de esta fuerza pasaban de los 13,000 hombres, en tanto que los defensores sólo llegaban a 4,930. El estado de la plaza era deplorable, numerosas piezas estaban desmontadas, las fortificaciones deterioradas y escasos los recursos.En los nueve o diez meses de bloqueo por la escuadra de los Estados Unidos, se había paralizado el comercio del puerto; por tanto las entradas al erario federal no eran suficientes para atender las necesidades de la guarnición, que además nada podía recibir de México y menos del gobierno del estado. El 22 de marzo , el enemigo rompió fuego, que contestó Ulúa y los baluartes Santa Bárbara y San Fernando.El 26 de marzo continuó implacable el fuego sobre el puerto y los defensores morían en gran número entre los escombros. Finalmente el 27 de marzo de 1847 se firmó el pliego de capitulación y el 29 se arrió nuestra bandera en Ulúa y en los baluartes de la plaza.Sebastián Holzinger estuvo al mando del baluarte Santa Bárbara. El fuego de su batería sólo se suspendía cuando faltaban municiones que, personalmente, iba a recoger a los demás baluartes. Como una bala del enemigo rompiera la driza de la bandera, haciendola caer, Holzinger subió al merlón para atarla de nuevo, cuando una segunda bala arrancó el merlón y con él rodo éste dentro del baluarte, rápidamente se levantó el valeroso marino y prendió nuevamente la bandera en el asta manteniéndola extendida el subteniente de la Guardia Nacional, que apenas contaba con 16 años de edad, Francisco A. Vélez, todo esto bajo fuego.El referido baluarte silenció repetidas veces las baterías enemigas desmontándole algunas piezas, al grado de que el eficiente desempeño de Holzinger fue elogiado pocos días después hasta por el mismo invasor. Los oficiales de Scott preguntaban si el baluarte Santa Bárbara estaba servido por artilleros extranjeros.El 14 de septiembre de 1848 se concede licencia absoluta a Holzinger, por haberla solicitado. Cinco años después vuelve al servicio activo en el año de 1853. En 1854 recibió ordenes de marchar al Sur para hacerse cargo de los baluartes que bloqueaban Acapulco. El 27 de marzo de 1855 se le da el grado de “Capitán de Fragata” por méritos y servicios y siete meses después se le extiende su licencia absoluta. El 24 de marzo de 1858 vuelve al servicio activo con la antiguedad de su ascenso, destinándosele a Tampico, a las órdenes del Comandante de Marina Blas Godínez, para proceder a convertir dos buques mercantes, habilitándolos como de guerra. Con la misma fecha se le confiere el grado de capitán de navío.El 10 de septiembre de 1858, ocupado Tampico por los constitucionalistas, se le invitó a salir del país. Y finalmente no se encontraron datos del lugar y la fecha de cuando fallece, marino experimentado y audaz, que en el servicio naval siempre actuó con valor, dignidad y honor.
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