Busto del Capitan John Reily o Juan Reley
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por: Pablo Ramos
Este 31 de Agosto se recuerda el 164 aniversario de la Muerte del Héroe de Monterrey Capitán Irlandés JOHN REILY
quien por conciencia de Guerra abandono en la Población de Brownsville a mediados de Marzo de 1846 a su ejercito Norteamericano del General Zachary Taylor cruzo el Rió Bravo y se interno junto con otros Irlandeses en Matamoros poniéndose a la disposicion del Ejercito del Norte comandado por el General Pedro de Ampudia, ahí posible mente combatió en el mes de Mayo a lado de su nuevo Ejercito Mexicano,en las Batallas de Palo Alto y Resaca de la Palma o Guerrero, al regresar a Matamoros Reily y sus Hombres siguieron al Ejercito Mexicano hasta Linares en el Estado de Nuevo León, llegando a finales de Mayo,
recuperandose de las heridas y del cansancio son enviados por el General Mejia junto con 1850 soldados y oficiales, a construir fortalezas en la ciudad de Monterrey Nuevo León, realizando esta actividad los meses de Julio, Agosto y Septiembre,hasta que llego el momento de combatir, siendo al parecer enviados al Fortín de la Ciudadela cuyo encargado José Lopez Uraga los recibió y alisto como Artilleros siendo su función muy valiosa,saliendo al termino de la Guerra acompañando a los restos del Ejercito Mexicano con rumbo a Saltillo y de ahí a SLP, quedando ahí hasta que nuevamente se desplazan junto con el ejercito Mexicano comandados por el General Antonio Lopez de Santa Anna combatiendo en la Batalla de la Angostura el 22 y 23 de Febrero de 1847, después combatiria como el Batallon de San Patricio
en Cerro Gordo y Churubusco el 20 de Agosto de 1847, siendo muertos muchos de sus compañeros, a Reily por haber desertado antes de que iniciara la Guerra no fue Ahorcado, solo fue Marcado en dos Ocasiones con la D en ambas Mejillas, siendo encarcelado, saliendo en 1848 después de la firma del tratado de Guadalupe-Hidalgo en Febrero de 1848.
Posteriormente se alisto al ejercito Mexicano, en México y Puebla, dándose de baja y perdiéndose su rastro hasta que fue encontrada su acta de Defunción en Veracruz por el Historiador Robert Ryal Miller,
articulo del historiador explicando la historia de Reily y su defuncion
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donde muere a la edad de 45 años el 31 de Agosto de 1850 víctima de la Embriaguez, al final muchos de estos héroes olvidados de San Patricio
no recibieron su paga que se le prometió, algunos mendigaban la caridad de sus amigos Mexicanos implorando su apoyo y siendo marcados con la D.
Honrar a l Capitán y Líder de los SAN PATRICIO el Capitán JOHN REILY O JUAN RELEY como se le conocía es importante para las futuras generaciones, aquí en Monterrey un busto del ilustre Irlandés se encuentra en el Museo Metropolitano de Monterrey siendo donado por la embajada de Irlanda en México el año pasado.
Busto de Reley en Monterrey
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Este año 2011 que sera recordada de manera oficial el Día de la Batalla de Monterrey en el Estado de Nuevo León, el día 21 de Septiembre de 2011, que ha sido impulsado desde hace varios años por el grupo de Ciudadanos que conforman a los " Amigos de la Batalla de Monterrey" jun to con el Congreso del Estado de Nuevo León y el Gobierno del Estado , ojala que al inaugurarse el corredor turístico de la ruta histórica de la Batalla de Monterrey en Septiembre próximo, la colocación de una plaza alusiva a la misma , exposiciones etc etc. honrar a los HÉROES DEL 46 y saber sus nombres es importante pagar esta deuda histórica.
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VEAN LA BALADA DE JOHN REILY
Balada de John Riley De Wikipedia, la enciclopedia libre
La Balada de John Riley o Himno del Batallón de San Patricio, es una canción, producto del genio popular, que atestigua la injusticia de la invasión estadounidense a México y es oda a un gran batallón heroico formado por soldados irlandeses, alemanes y otras nacionalidades, que se pasaron desde las filas invasoras a las defensoras de México: el de San Patricio. Ellos lucharon heroicamente junto a los mexicanos en Matamoros, Monterrey, La Angostura, por cuya acción fueron condecorados por haber diezmado a un batallón yanqui y capturado sus cañones. Lucharon en Cerro Gordo y Churubusco en donde pelearon como leones hasta caer prisioneros. Fueron azotados con látigo, marcados en el rostro con fuego y ahorcados por los invasores que vieron en ellos un ejemplo peligroso de solidaridad internacional.
Mi nombre es John Riley
escúchame un momento:
Dejé mí venado en casa, en Irlanda.
Allá imperaba la muerte: hambre o exilio.
Cuando llegué a América
Estaba en mi deber:
Entrar a la Armada
y marchar desde Texas
para unirme a la guerra contra México.
Fue ahí. En esos pueblos y barrancos
cuando comprendí el error que había hecho.
Me vi conquistando pobres y moribundos
católicos con el evangelio de las bayonetas
Yo lo vi en las cárceles donde madres
violadas y niños gritones, denunciaban el hedor pestilente del todo de esa guerra.
Yo y doscientos irlandeses
decidimos levantarnos a la llamada de Él que nos guiaba.
De Dublín a San Diego
dimos testimonio de la libertad negada
Formamos el Batallón de San Patricio
Y peleamos del lado mexicano.
Formamos el Batallón de San Patricio
Y peleamos del lado mexicano.
Marchamos bajo el verde pabellón
de San Patricio
Blasonado con el “Erin Go Bragh”.
Brillaban en él, el arpa y el trébol,
y el lema: “Libertad para México”
Solo cincuenta años después de Wolftone
Todo esto sucedió a cinco mil millas de aquello.
Los yanquis nos llamaron una Legión de Extraños.
Nosotros, desde Dublín a San Diego,
dimos testimonio de la libertad negada.
Formamos el Batallón de San Patricio
Y peleamos del lado mexicano.
Formamos el Batallón de San Patricio
Y peleamos del lado mexicano.
Los combatimos en Matamoros,
porque sus voluntarios violaban a las monjas.
En Monterrey y Cerro Gordo,
nosotros peleamos como hijos de Irlanda.
Fuimos los guerreros rojos de la libertad
luchando junto a estos hombres y mujeres morenos.
Ellos y nosotros, peleamos contra la tiranía
Y me atrevo a decir que… ¡Lo haríamos otra vez!
De Dublín a San Diego
dimos testimonio de la libertad negada.
Formamos el Batallón de San Patricio
y peleamos del lado mexicano.
Formamos el Batallón de San Patricio
y peleamos del lado mexicano.
Los combatimos en cinco grandes batallas.
Churubusco fue la última de ellas.
Abrumados por los cañones de Boston,
caímos después de cada disparo mortal.
Muchos de nosotros murieron
en sus puestos ¡como mexicanos!
Muy lejos de nuestra también ocupada Patria,
fuimos héroes y mártires.
Así es el destino
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LOS AMIGOS 2014 SIGUEN ADELANTE, HACIENDO QUE LAS COSAS OCURRAN, HACIENDO QUE SUCEDAN.....