EL
DIA MAS NEGRO DE ULYSSES S. GRANT
Son
muchos los generales y militares, los grandes comandantes de
ejércitos en guerra, que ha tenido auténticas tragedias en campaña.
Desastres y errores en batalla, que se han convertido sin duda en el
día más negro de sus carreras, y quizás de sus vidas. El general
Zachary Taylor lo tuvo en Monterrey el 21 de Septiembre de 1846,
cuando en el transcurso de la mañana de ese día perdió cerca de
400 de sus hombres en un fatídico asalto, mal dirigido y mal
concebido, a las posiciones fortificadas mexicanas.
Casi
18 años después, uno de los sobrevivientes de aquel trágico
asalto, el entonces teniente Ulysses S. Grant, y posteriormente
comandante en jefe del Ejército de la Unión, tendría también su
día más negro durante la Guerra Civil norteamericana.
El
3 de Junio de 1864, hace 150 años, el General Grant llevó a cabo
uno de los ataques más sangrientos y controvertidos de toda la
guerra. En un cruce de caminos, en donde 5 carreteras se conjuntaban
estratégicamente en un punto conocido como “Cold Harbor”, se
desarrolló lo que un historiador llamó “el Gólgota de la
historia norteamericana”.
En
una de las batallas finales de la Guerra Civil, Grant decidió
realizar un imprudente y atrevido asalto frontal contra las fuerzas
Confederadas del Ejército de Virginia del Norte al mando del general
Robert E. Lee.
Con
la primeras luces del amanecer del 3 de junio, tres cuerpos del
Ejército del Potomac (el
II,
VI y el XVIII), compuesto por más de 60 mil hombres, se lanzaron en
línea directa sobre los soldados confederados que se encontraban
fuertemente atrincherados a lo largo de 7 millas.
El
resultado fue una auténtica masacre, en la que más de 7 mil
soldados de la Unión fueron muertos o heridos solo en los primeros
20 minutos. El sonido del asalto fue descrito por los habitantes de
la ciudad de Richmond, a 12 kilómetros de distancia, como el de una
"erupción volcánica". Al final del día las bajas del
Ejército del Potomac sumarían un total de 12,737 hombres.
Regimientos, como el 8° de Infantería de Nueva York, sufrió
pérdidas tan pesadas de hasta dos tercios de sus miembros.
Sin
embargo, de acuerdo a algunos historiadores modernos, se cree que las
bajas fueron en realidad aún más altas “deliberadamente ocultas
por la Administración Lincoln debido a las próximas elecciones
presidenciales”.
El
propio general Grant escribió algunos años después en sus
Memorias: “Lamenté ese asalto más que cualquier otro que ordené
durante la guerra.... ninguna ventaja que se ganó fue lo suficiente
para justificar las enormes pérdidas sufridas ese día”.
Fue
sin duda, el día más negro para Ulysses S. Grant.
Que interesantísmo documento histórico
ResponderBorrarLa historia está tan llena de cosas que nos sorprenden... Gracias María Antonieta Álvarez guajardo