“ Respetad la humanidad,o un hospital de sangre; somos Cirujanos"
Por. Pablo Ramos
Medicos Mexicanos amputando al soldado Antonio Bustos en Veracruz Abril de 1847. |
“ Respetad la humanidad,o un hospital de sangre; somos Cirujanos"
Por. Pablo Ramos
En homenaje a todos los Médicos del Mundo y de Monterrey que con su entrega y dedicacion por su prójimo sin distinción de raza, credo, origen, salvando con sus conocimientos y su humanidad a los que sufren en las guerras, exponiendo sus vidas , a todos los " HÉROES ANONIMOS" felicidades este día 23 de Octubre "DIA DEL MEDICO".
A continuación un hermoso relato del Medico Mexicano PEDRO VANDER LINDEN que nos ofrece un esplendido relato y su amor por sus prójimos incluyendo el ejercito americano que había invadido a su querido México de 1846 a 1848. .......................... Durante la Invasión Norteamericana a México, ocurrieron infinidad de incidentes en el área medica, ya que un grupo de valientes y heroicos médicos con sus ambulancias,
se esforzaban para atender y cuidar a los heridos,
muchas ocasiones estuvieron a punto de perder la vida, existe un desconocido y extraño dagorretipo de una amputación ocurrida en el año de 1847 en algún lugar de México, se mencionaba que fue realizado al sargento BUSTOS pero hasta ahora no se conocía su verdadera historia ,al parecer esta fue publicada en un periódico DE ABRIL DEL 1847. En un articulo publicado por el Dr. Blanco y la Dra. Victoria Bermudez de Rocha de la Facultad de Medicina de la UANL en el 2004 se describe esta imagen de una amputación de una Pierna de un oficial Mexicano, describen que podria haber sido en Monterrey o el Saltillo en el año de 1846 0 1847, según el Dr. Ortiz Monasterio menciono en 1997 que podría ser del Oficial Antonio Bustos. ..................................... El referido periódico , describe esta amputación rodeada de heroicas acciones , esta amputación fue realizada en realidad en Veracruz en Cerro Gordo el día 18 de Abril de 1847, tomada esta imagen por un fotógrafo desconocido,dejemos que el Medico Mexicano PEDRO VANDER-LINDEN nos narre este importante y desconocido hecho donde se amputaban y sacaban balas de manera empírica obteniendo el respeto de el ejercito invasor Norteamericano. el Medico Mexicano PEDROVANDER-LINDEN nos narra lo siguiente: .......................................... “ Cerca de las doce del 17 de Abril, se empeño una acción con algunos de nuestros cuerpos ligeros en una parte del monte a la izquierda del camino en un cerro mas abajo que el llamado CERRO GORDO, el cual subí inmediatamente acompañado del Sr. General en Jefe Antonio López de Santa Ana,a las dos horas vino mi ayudante TARBE a avisarme que ya un numero considerable de heridos se habían reunido alrededor de mi tienda de campaña( o quinta ambulancia) e ignorando si la acción se había hecho general no pude disponer de alguno de mis subordinados porque todos estaban en sus puestos respectivos me fue preciso bajar inmediatamente a socorrer a esos infelices. A las siete de la noche ciento treinta y siete heridos habían llegado a mi ambulancia de los cuales ciento tres estaban ya curados, habiendo amputado cinco y sacada treinta y un balas. Temiendo los resultados del día siguiente si seguía la acción y me cargaba de enfermos ,coloque inmediatamente los curados en ocho grandes carros y ordene al medico cirujano del ejercito en comisión D. FELIPE ORELLANA que acompañase el convoy en la misma moche para el hospital de Jalapa, el que salio a las ocho.
Seguí por ultimo curando a los pocos heridos que me quedaban y a las doce de la noche nos acostamos muertos de cansancio. A las seis de la mañana del día 18 llegaron algunos heridos y sabiendo que el enemigo se había hecho dueño de monte y cerro considere innecesaria la ambulancia cuanto que ya estaba a retaguardia de esta posición he hice venir a ayudarme al ser Rivadeneira. Despache otros dos carros de heridos para Jalapa pero sin ayudante por no tener disponible a ninguno. Revista ATISBO Numero 4 : e mail: revista@atisbo.net Como el enemigo se adelantaba rodeando Cerro Gordo, pocos eran los heridos que podían llegar a mi ambulancia y además dos cohetes a la congrete que cayeron uno cerca de mi tienda y el otro sin reventar en el parque general que estaba a tiro de pistola me decidieron para evitar este peligro. Y encontrarme mas a retaguardia de nuestras fuerzas, a transportar mi ambulancia mas arriba en el camino real a distancia de tres tiros de fusil en una casa de otates enfrente de la proveeduría general, a donde al momento ocurrieron varios heridos y entre otros el sargento de artillería ANTONIO BUSTOS a quien una bala de a cuatro quito el pie izquierdo. Toda nuestra caballería estaba tendida en el camino real la brigada del Sr. Ortega bajaba en derechura a paso velos por cuyo motivo pude llegar a la casa indicada se me presento el Sr. Domínguez Que venia con dicha fuerza y lo detuve para ayudar a practicar la amputación al sargento BUSTOS. Dispusimos todo lo conveniente para la amputación en el corredor de la casa deteniendo al enfermo los señores TARBE Y VERDE, ayudándome en lo demás Domínguez y Rivadeneira. Empecé a cortar las carnes del paciente,cuando una lluvia de balas viniendo de los bosques atrás de la casita y pasando sus débiles paredes hizo retirar toda nuestra caballería con dirección a Corral-falso. Una muger y un anciano fueron heridos y un niño de siete años en la cocina de la casa, las balas seguían en todas direcciones, nuestros soldados de caballería se bajaban impunemente, la presencia de nuestros caballos amarrados a los pilares del corredor, nos atraían la atención del enemigo y sus balas pero el honor no nos permitía abandonar al sargento semi-amputado a pesar de que nuestra muerte parecía inevitable, sin embargo la providencia divina nos salvo. Seguí ejecutando los varios tiempos de mi amputación en medio de las balas y de los gritos enemigos, y por fin termino aquella amputación que me pareció haber durado un siglo. La serenidad de mis compañeros y su resignación ha sido admirable en este lance, que no puedo describir…. Todos quedaron alrededor del herido, cumpliendo con la parte de la operación que les tocaba, en medio del silbido de las balas y de los gritos de muerte, y cuando todos nos levantamos mirando al cielo en acción de gracias por creernos salvados un nuevo peligro vino aterrarnos. Unos cuantos voluntarios se presentaron enfrente al corredor y viendo nuestros uniformes gritaron: ¡Mueran los Oficiales mexicanos ¡dirigiendo sus fusiles sobre nuestros pechos e ignoro que sentimiento influyo en la determinación que tome, de lanzarme al frente de sus rifles, enseñándoles mis manos goteando aun sangre y el pedazo de pierna mutilada, gritándoles: “Respetad la humanidad, o un hospital de sangre; somos Cirujanos”…..Mis palabras fueron mágicas. Al momento se echo entre ellos y nosotros un oficial llamado (como he sabido después) Capitán PION, quien levanto con su espada los fusiles, y estos hombres animados por la victoria y enfurecidos por la sed de la venganza, por haber sido herido mortalmente su General, como supe después ¡fueron desde ese momento nuestros amigos, nuestros protectores¡ Mientras esto pasaba en mi jacalon, de indecible memoria nuestros fuegos se habían apagado, las tropas de los reductos, viendose cortadas por el camino real, se rindieron o capitularon, los de la falda de cerro gordo se retiraron por la barranca y el enemigo quedo dueño de todas nuestras posiciones y de un inmenso material….. Los voluntarios enemigos empezaron a traerme indistintamente a los heridos de ellos y a los nuestros y nosotros a curarlos como lo previene la humanidad y nuestro reglamento. Hicimos varias amputaciones a unos verdaderos atletas, con lo que acabamos de conquistarlos, al grado de no rehusarse ya nada de lo que podría ser útil a nuestros heridos y al desempeño de nuestros ministerio. A pesar de haber llegado dos de sus cirujanos, el cuerpo que tengo el honor de mandar, tiene la satisfacción de que de su seno ha sido escogido un facultativo para asistir varios casos graves entre sus heridos, y hasta el mismo General Shields, atravezado por un metrallazo. El día 19 se me presentaron todos mis compañeros de las ambulancias de los reductos, donde quedaron en sus puntos con honor del cuerpo, hasta que el enemigo les dio licencia de retirarse,y yo considerando su presencia indispensable aquí , los he detenido a mi lado. Esta relación es el complemento de mis oficios, con ella quedara V.S. impuesto de cuanto ha pasado y puede interesarle.” DIOS Y LIBERTAD Jalapa Abril 19 de 1847 Pedro Vander-Linden. Sr. Coronel D. Luís Carrión, Encargado de la inspección del cuerpo Medico- Militar. ......................................... En la Batalla de Monterrey los medicos mexicanos realizaron mas de 12 amputaciones en los hospitales de sangre en Septiembre de 1846.
Este dia 23 de Octubre DIA DEL MEDICO. Felicidades a todos los Medicos,"heroes anonimos"de la Humanidad.ojala que los MEDICOS sean valorados por la poblacion, y que nustras autoridades los protejan y les den seguridad, F E L I C I D A D E S...............2013
A continuación un hermoso relato del Medico Mexicano PEDRO VANDER LINDEN que nos ofrece un esplendido relato y su amor por sus prójimos incluyendo el ejercito americano que había invadido a su querido México de 1846 a 1848. .......................... Durante la Invasión Norteamericana a México, ocurrieron infinidad de incidentes en el área medica, ya que un grupo de valientes y heroicos médicos con sus ambulancias,
heroico MEDICO MEXICANO que asisitieron en Monterrey a los heridos mexicanos y americanos. |
Herido Mexicano asistido por la Primera enfermera del MUNDO LA MUCHACHA DE MONTERREY DE 1846 |
muchas ocasiones estuvieron a punto de perder la vida, existe un desconocido y extraño dagorretipo de una amputación ocurrida en el año de 1847 en algún lugar de México, se mencionaba que fue realizado al sargento BUSTOS pero hasta ahora no se conocía su verdadera historia ,al parecer esta fue publicada en un periódico DE ABRIL DEL 1847. En un articulo publicado por el Dr. Blanco y la Dra. Victoria Bermudez de Rocha de la Facultad de Medicina de la UANL en el 2004 se describe esta imagen de una amputación de una Pierna de un oficial Mexicano, describen que podria haber sido en Monterrey o el Saltillo en el año de 1846 0 1847, según el Dr. Ortiz Monasterio menciono en 1997 que podría ser del Oficial Antonio Bustos. ..................................... El referido periódico , describe esta amputación rodeada de heroicas acciones , esta amputación fue realizada en realidad en Veracruz en Cerro Gordo el día 18 de Abril de 1847, tomada esta imagen por un fotógrafo desconocido,dejemos que el Medico Mexicano PEDRO VANDER-LINDEN nos narre este importante y desconocido hecho donde se amputaban y sacaban balas de manera empírica obteniendo el respeto de el ejercito invasor Norteamericano. el Medico Mexicano PEDROVANDER-LINDEN nos narra lo siguiente: .......................................... “ Cerca de las doce del 17 de Abril, se empeño una acción con algunos de nuestros cuerpos ligeros en una parte del monte a la izquierda del camino en un cerro mas abajo que el llamado CERRO GORDO, el cual subí inmediatamente acompañado del Sr. General en Jefe Antonio López de Santa Ana,a las dos horas vino mi ayudante TARBE a avisarme que ya un numero considerable de heridos se habían reunido alrededor de mi tienda de campaña( o quinta ambulancia) e ignorando si la acción se había hecho general no pude disponer de alguno de mis subordinados porque todos estaban en sus puestos respectivos me fue preciso bajar inmediatamente a socorrer a esos infelices. A las siete de la noche ciento treinta y siete heridos habían llegado a mi ambulancia de los cuales ciento tres estaban ya curados, habiendo amputado cinco y sacada treinta y un balas. Temiendo los resultados del día siguiente si seguía la acción y me cargaba de enfermos ,coloque inmediatamente los curados en ocho grandes carros y ordene al medico cirujano del ejercito en comisión D. FELIPE ORELLANA que acompañase el convoy en la misma moche para el hospital de Jalapa, el que salio a las ocho.
Seguí por ultimo curando a los pocos heridos que me quedaban y a las doce de la noche nos acostamos muertos de cansancio. A las seis de la mañana del día 18 llegaron algunos heridos y sabiendo que el enemigo se había hecho dueño de monte y cerro considere innecesaria la ambulancia cuanto que ya estaba a retaguardia de esta posición he hice venir a ayudarme al ser Rivadeneira. Despache otros dos carros de heridos para Jalapa pero sin ayudante por no tener disponible a ninguno. Revista ATISBO Numero 4 : e mail: revista@atisbo.net Como el enemigo se adelantaba rodeando Cerro Gordo, pocos eran los heridos que podían llegar a mi ambulancia y además dos cohetes a la congrete que cayeron uno cerca de mi tienda y el otro sin reventar en el parque general que estaba a tiro de pistola me decidieron para evitar este peligro. Y encontrarme mas a retaguardia de nuestras fuerzas, a transportar mi ambulancia mas arriba en el camino real a distancia de tres tiros de fusil en una casa de otates enfrente de la proveeduría general, a donde al momento ocurrieron varios heridos y entre otros el sargento de artillería ANTONIO BUSTOS a quien una bala de a cuatro quito el pie izquierdo. Toda nuestra caballería estaba tendida en el camino real la brigada del Sr. Ortega bajaba en derechura a paso velos por cuyo motivo pude llegar a la casa indicada se me presento el Sr. Domínguez Que venia con dicha fuerza y lo detuve para ayudar a practicar la amputación al sargento BUSTOS. Dispusimos todo lo conveniente para la amputación en el corredor de la casa deteniendo al enfermo los señores TARBE Y VERDE, ayudándome en lo demás Domínguez y Rivadeneira. Empecé a cortar las carnes del paciente,cuando una lluvia de balas viniendo de los bosques atrás de la casita y pasando sus débiles paredes hizo retirar toda nuestra caballería con dirección a Corral-falso. Una muger y un anciano fueron heridos y un niño de siete años en la cocina de la casa, las balas seguían en todas direcciones, nuestros soldados de caballería se bajaban impunemente, la presencia de nuestros caballos amarrados a los pilares del corredor, nos atraían la atención del enemigo y sus balas pero el honor no nos permitía abandonar al sargento semi-amputado a pesar de que nuestra muerte parecía inevitable, sin embargo la providencia divina nos salvo. Seguí ejecutando los varios tiempos de mi amputación en medio de las balas y de los gritos enemigos, y por fin termino aquella amputación que me pareció haber durado un siglo. La serenidad de mis compañeros y su resignación ha sido admirable en este lance, que no puedo describir…. Todos quedaron alrededor del herido, cumpliendo con la parte de la operación que les tocaba, en medio del silbido de las balas y de los gritos de muerte, y cuando todos nos levantamos mirando al cielo en acción de gracias por creernos salvados un nuevo peligro vino aterrarnos. Unos cuantos voluntarios se presentaron enfrente al corredor y viendo nuestros uniformes gritaron: ¡Mueran los Oficiales mexicanos ¡dirigiendo sus fusiles sobre nuestros pechos e ignoro que sentimiento influyo en la determinación que tome, de lanzarme al frente de sus rifles, enseñándoles mis manos goteando aun sangre y el pedazo de pierna mutilada, gritándoles: “Respetad la humanidad, o un hospital de sangre; somos Cirujanos”…..Mis palabras fueron mágicas. Al momento se echo entre ellos y nosotros un oficial llamado (como he sabido después) Capitán PION, quien levanto con su espada los fusiles, y estos hombres animados por la victoria y enfurecidos por la sed de la venganza, por haber sido herido mortalmente su General, como supe después ¡fueron desde ese momento nuestros amigos, nuestros protectores¡ Mientras esto pasaba en mi jacalon, de indecible memoria nuestros fuegos se habían apagado, las tropas de los reductos, viendose cortadas por el camino real, se rindieron o capitularon, los de la falda de cerro gordo se retiraron por la barranca y el enemigo quedo dueño de todas nuestras posiciones y de un inmenso material….. Los voluntarios enemigos empezaron a traerme indistintamente a los heridos de ellos y a los nuestros y nosotros a curarlos como lo previene la humanidad y nuestro reglamento. Hicimos varias amputaciones a unos verdaderos atletas, con lo que acabamos de conquistarlos, al grado de no rehusarse ya nada de lo que podría ser útil a nuestros heridos y al desempeño de nuestros ministerio. A pesar de haber llegado dos de sus cirujanos, el cuerpo que tengo el honor de mandar, tiene la satisfacción de que de su seno ha sido escogido un facultativo para asistir varios casos graves entre sus heridos, y hasta el mismo General Shields, atravezado por un metrallazo. El día 19 se me presentaron todos mis compañeros de las ambulancias de los reductos, donde quedaron en sus puntos con honor del cuerpo, hasta que el enemigo les dio licencia de retirarse,y yo considerando su presencia indispensable aquí , los he detenido a mi lado. Esta relación es el complemento de mis oficios, con ella quedara V.S. impuesto de cuanto ha pasado y puede interesarle.” DIOS Y LIBERTAD Jalapa Abril 19 de 1847 Pedro Vander-Linden. Sr. Coronel D. Luís Carrión, Encargado de la inspección del cuerpo Medico- Militar. ......................................... En la Batalla de Monterrey los medicos mexicanos realizaron mas de 12 amputaciones en los hospitales de sangre en Septiembre de 1846.
Este dia 23 de Octubre DIA DEL MEDICO. Felicidades a todos los Medicos,"heroes anonimos"de la Humanidad.ojala que los MEDICOS sean valorados por la poblacion, y que nustras autoridades los protejan y les den seguridad, F E L I C I D A D E S...............2013
LIGAS INTERESANTES:
4.-
Pedro:
ResponderBorrarInteresantísimo tu blog, como siempre. El daguerrotipo lo había visto hacía algún tiempo, y siempre me quedé en la idea de que era por estos rumbos norteños, en donde la habían tomado. Con la narración que has puesto, queda muy claro el origen de la intervención.
Las condiciones de dolor e insalubridad que sufrían los heridos, nos resultan difícil de imaginar en estos tiempos.
Sólo me quedan dos dudas:
1.- Entre tanto jaleo y balazos: ¿a que horas tuvo el fotógrafo oportunidad de emplazar su voluminoso equipo para sacar esta placa?
2.- ¿Son oficiales americanos los dos de la derecha?
Sólo falta que alguien descubre por ahí alguno de eso daguerrotipos olvidados, que deben de haber sido tomados en Monterrey, y que jamás aparecieron.
Serían los primeros documentos fotográficos de una guerra en el mundo.
Gracias de nuevo por tan interesante historia.
Juan:
ResponderBorrarGracias por tus comentarios al BLOG, y en relaciona tu preguntas, efectivamente esta imagen fue ya cuando todo estab tranquilo, y de los personajes de la imagen, los dos primeros son mexicanos Tare y verde, el que esta de rodillas no es identificable se cree que sea un Medico Americano y el que sostiene la pierna amputada es el Medico BELGA con nacionalidad Mexicana PEDRO VANDER-LINDEN,
saludos
y gracias nuevamente por tus amables comentarios
Hola Doc!, excelente post! Felicidades en su día!!!:D
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